domingo, 1 de mayo de 2011

UN CÍRCULO VICIOSO

Lo único cierto es que todos nacemos, vivimos, y si tenemos suerte morimos 85 años mas tarde de ver nuestro primer rayo de sol. Durante la vida hacemos planes, jugando a moldear nuestro futuro como si de plastilina se tratara, estando completamente seguros de nuestra capacidad de escoger y planeando siempre teniendo en cuenta nuestros gustos, pues ante todo, somos libres. Libres para elegir una vida frente a otra, para tomar un camino que aun sin estar totalmente seguros de su final seguiremos ciega y responsablemente. Y de esta manera tratamos de revelarnos ante imposiciones, ante cualquier individuo que trate de guiarnos hacia un camino que nosotros no hemos escogido convirtiéndonos así en dueño y señor de nuestra vida, en capitán del barco que pilotamos. Se supone.

Según nacemos, desde ese momento en el que lloramos para abrirnos al mundo, desde ahí, todo está planeado. Estudiar, trabajar y escalar. Nuestros padres o tutores se preocuparán de que recibamos una educación, la mejor posible, para que luego podamos conseguir un trabajo, el mejor posible, y desde ahí trataremos de subir posiciones hasta que consigamos el sueldo que necesitamos para sentirnos llenos, el mejor posible. Así se controla una sociedad, se le crean necesidades y gustos para conseguir ciudadanos ejemplares, ciudadanos con la única finalidad de prosperar y conseguir familias simples con hijos a los que nosotros mismos inculcaremos esos valores que hacen de este planeta un lugar estable: trabajo y sacrificio para llegar a la cima del mundo, serás mejor que los que te rodean siempre que tengas más dinero que ellos, eso es un hecho.

Y si no es así, si no quieres seguir ese camino de cebos preparados para moldear nuestra personalidad, si realmente te rebelas contra las imposiciones y marcas un nuevo camino, entonces no serás nada, y te morirás solo, marginado por una sociedad alienada que te verá, no como a un visionario, sino como a un loco, y tu intento de cambiar el mundo se verá frustrado y acabarás arrepentido por no haber seguido las migas de pan y tener tu también ese Ferrari que deseas, porque en realidad es imposible hacer frente a toda la masa que mueve y regula nuestras vidas.

La vida esta planeada, en realidad nuestra libertad se limita a la capacidad de decidir si queremos comer sardinas o angulas pero el camino está más que marcado. Lo único cierto es que todos nacemos, vivimos, y si tenemos suerte morimos 85 años mas tarde de ver nuestro primer rayo de sol.

ANYON.