martes, 17 de mayo de 2011

¿Cómo determinar cuando comienza una vida?

El avance científico siempre ha estado unido a la ética; antiguamente la anatomía humana se consideraba idéntica a la del cerdo porque la moral religiosa prohibía la disección en humanos y hoy en día, la creencia de que todo óvulo fecundado es vida dificulta notoriamente el avance de la investigación genética con células madre.

Las células madre son células que pueden desarrollarse en todo tipo de tejidos ya que no están especializadas. Por ello se quieren utilizar para regenerar tejidos dañados o enfermos, creando con ellas uno apropiado a la función y al individuo en cuestión. Se obtienen del embrión en sus primeras fases, pero también se encuentran en diferentes sitios como el cordón umbilical o la médula ósea.
Lo que origina mayor controversia es el hecho de generar embriones humanos específicamente para extraer las células madre y utilizar los embriones sobrantes de la inseminación in Vitro con el mismo fin, ya que este mecanismo trae su manipulación y destrucción. En este último caso, se fecundan más óvulos de los necesarios fuera del cuerpo de la mujer, para implantar a continuación los que se encuentran en mejores condiciones. Los embriones sobrantes se pueden utilizar para la obtención de células madre antes nombradas.

La gran duda es, ¿En qué momento dejan de ser esos embriones material de laboratorio para considerarse una nueva vida? El conflicto ético surge porque diferentes sectores -científicos, religiosos, jurídicos etc.- tienen diversas respuestas para la misma pregunta. No hay que olvidar, que detrás de estos temas existen fuertes intereses económicos, por un lado se encuentra el negocio de los laboratorios y las empresas farmacéuticas y por otro lado el potencial “negocio” que puede generar mucho dinero a partir de aquellas personas que están dispuestas a pagar cualquier suma por tener hijos con ciertas cualidades.

En la fecundación in Vitro, los embriones sobrantes si no se dedican a la investigación científica o al intento de creación de tejidos regenerativos, son simplemente desechados ya que los que tienen mayor probabilidad de desarrollarse adecuadamente, han sido para entonces reinsertados en el cuerpo de la mujer. Por tanto, por mucho que traiga su destrucción, si esos embriones no se utilizaran para estos fines tampoco tendrían la oportunidad de desarrollarse.

Por otro lado, en la fecundación in Vitro podrían generar menos embriones, suprimiendo de esa manera la cantidad de células restantes, pero eso intervendría en la productividad de la técnica porque disminuiría la probabilidad de encontrar un embrión saludable, ya que hay que recordar que este procedimiento se realiza en personas que no pueden concebir por otros métodos. La solución que algunos proponen es simple: no realizar éste método. Pero para aquellas personas a las que la única opción de concebir reside en la fecundación in Vitro, sólo les quedaría la adopción y a muchos no les importan esos embriones restantes si pueden conseguir un hijo con el que compartan información genética.

Por último, la comprensión del funcionamiento de las células madre y el dominio de éste, podría facilitar el combatir enfermedades que afectan a muchos seres humanos, debido a su ya nombrada habilidad para la especialización selectiva (poder convertirse en la célula específica deseada). Pero para ello, los científicos deben manipular las células madre, que no se consiguen fácilmente.

Hay que aceptar que muchos avances científicos ayudan a mejorar la calidad de vida de los seres humanos, pero la sociedad deberá evaluar si esos beneficios son moralmente aceptables. Por ello, habrá que crear, después de escuchar todas las opiniones, un sistema legal adecuado, ya que de ello dependerá la evolución de la especie humana.

lunes, 16 de mayo de 2011

UN BONITO PUEBLO GORDO

Los avances en la tecnología del transporte, entre otras cosas incluso más importantes, han hecho de la vida del ser humano una vida sedentaria, gorda y enfermiza. Hace no muchos años, el prácticamente único medio de transporte del cual el ser humano disponía eran la mula y el carro. Dicho medio, al ser lento y aparatoso, solo se solía utilizar en ocasiones especiales tales como para cargar con un peso descomunal o hacer viajes de distancia considerada. Así pues, a nivel "intrapoblacional" la gente se desplazaba usando unos aparatos llamados piernas, que fíjate tu, subían asta escaleras.

Pero hoy en día la cosa ha cambiado, y el más claro ejemplo de pasividad humana se encuentra en un rico, pijo y ancianamente poblado pueblo cuyo nombre empieza por "Ge" y termina por "txo". En este pueblo encontramos al ciudadano moderno por excelencia, es decir, tal como en la Edad Media las ardillas podían cruzar la península entera saltando de árbol en árbol, este ciudadano puede recorrer su pueblo saltando de rampa en rampa, de ascensor en ascensor y de funicular en funicular. Y por si fuera poco, goza de una excelentísima red de transporte urbano como el metro y el servicio de autobuses, todos ellos con un amplio horario por si a algún vecino le apetece ir a comprar el pan a las 6 de la mañana. Además, estas rampas y ascensores, tan comunes como las propias aceras (incluso más), son cada vez más rápidos, ergonómicos y resistentes (sobre todo resistentes debido al incremento de la masa corporal de la población).

Y yo digo al ayuntamiento..."¡¡SI!! ¡esto mejora la comodidad del pueblo y reduce las arcas municipales!, ¡¡SI!! ¡Mc Donal's se está forrando!, ¡¡SI!! ¡seremos el primer pueblo-cráter mundial! (es decir, el primer pueblo dentro de un cráter, ya que algún día la tierra cederá a causa del excesivo peso infligido por unos seres llamados hombres-bola).

Sencillamente así. Un ayuntamiento ejemplar buscaría un equilibrio entre bienestar y comodidad, y apostaría por una población saludablemente deportista. Si, es cierto que este pueblo tiene una amplia gama de instalaciones deportivas y numerosos clubes que albergan todo tipo de deportes, pero si se tiene que ir al mismo campo de fútbol a través de unas pasarelas mecanizadas la imagen que das es un poco contradictoria. En fin, diciendo esto me voi. Cogeré el ascensor para dar una vuelta en autobús por el parque.

domingo, 1 de mayo de 2011

UN CÍRCULO VICIOSO

Lo único cierto es que todos nacemos, vivimos, y si tenemos suerte morimos 85 años mas tarde de ver nuestro primer rayo de sol. Durante la vida hacemos planes, jugando a moldear nuestro futuro como si de plastilina se tratara, estando completamente seguros de nuestra capacidad de escoger y planeando siempre teniendo en cuenta nuestros gustos, pues ante todo, somos libres. Libres para elegir una vida frente a otra, para tomar un camino que aun sin estar totalmente seguros de su final seguiremos ciega y responsablemente. Y de esta manera tratamos de revelarnos ante imposiciones, ante cualquier individuo que trate de guiarnos hacia un camino que nosotros no hemos escogido convirtiéndonos así en dueño y señor de nuestra vida, en capitán del barco que pilotamos. Se supone.

Según nacemos, desde ese momento en el que lloramos para abrirnos al mundo, desde ahí, todo está planeado. Estudiar, trabajar y escalar. Nuestros padres o tutores se preocuparán de que recibamos una educación, la mejor posible, para que luego podamos conseguir un trabajo, el mejor posible, y desde ahí trataremos de subir posiciones hasta que consigamos el sueldo que necesitamos para sentirnos llenos, el mejor posible. Así se controla una sociedad, se le crean necesidades y gustos para conseguir ciudadanos ejemplares, ciudadanos con la única finalidad de prosperar y conseguir familias simples con hijos a los que nosotros mismos inculcaremos esos valores que hacen de este planeta un lugar estable: trabajo y sacrificio para llegar a la cima del mundo, serás mejor que los que te rodean siempre que tengas más dinero que ellos, eso es un hecho.

Y si no es así, si no quieres seguir ese camino de cebos preparados para moldear nuestra personalidad, si realmente te rebelas contra las imposiciones y marcas un nuevo camino, entonces no serás nada, y te morirás solo, marginado por una sociedad alienada que te verá, no como a un visionario, sino como a un loco, y tu intento de cambiar el mundo se verá frustrado y acabarás arrepentido por no haber seguido las migas de pan y tener tu también ese Ferrari que deseas, porque en realidad es imposible hacer frente a toda la masa que mueve y regula nuestras vidas.

La vida esta planeada, en realidad nuestra libertad se limita a la capacidad de decidir si queremos comer sardinas o angulas pero el camino está más que marcado. Lo único cierto es que todos nacemos, vivimos, y si tenemos suerte morimos 85 años mas tarde de ver nuestro primer rayo de sol.

ANYON.