jueves, 20 de enero de 2011

UNOS TANTO Y OTROS TAN POCO


Hay un hombre que quiere hacer dinero. No importa ni de dónde sea ni cómo hacerlo, quiere hacer dinero. Y le basta una llamada para hacerlo, para ver ingresos de millones y millones de euros/dólares/libras... en su cuenta bancaria.
Desde su cómodo sillón de terciopelo en las alturas de un rascacielos de Abu dabi/Manhattan/Katar... da una orden y un ejercito de imponentes carros de metal armados con sierras y palas, dirigidos por inútiles obreros que se aprendieron el "sí, señor" hace mucho, avanza cual ejercito a acabar con la vida de cientos de miles de amazonianos que no encuentran su particular salida de emergencia en caso de incendio. Mueren. No tienen de qué/por qué vivir.

Otra persona, en este caso una mujer, vestida con su camisa de prada y zapatos de Armani también decide hacer dinero. Y otra vez, obedientes equipos de "heroes" armados con subfusiles y granadas (lo que haga falta, corre a cargo del dinero público) se avalanzan entre maleza/rios/escombros... a una muerte segura defendiendo su pais en una guerra sin sentido. Pero esa mujer hace dinero.

Cientos de personas quieren hacer dinero. Y así se mueve el mundo, ni goviernos ni ONU ni presidentes, gente que quiere hacer dinero y que simplemente, puede.

En un principio podría parecer que ha salido a la luz mi vena progresista y que quiero denunciar esos empresarios sin escrúpulos que sólo velan por su interes y tratar asi de cambiar el mundo, nada más lejos de la realidad. Con este artículo quiero denunciar a la sociedad, no seais hipócritas, todos querríamos ser ese hombre o mujer, y por nuestra culpa y la de gente como nosotros, resumiendo, el mundo es una mierda.

ANYON.