martes, 11 de enero de 2011

Fiestas lejanas

El desfase y la fiesta han sido y serán siempre dos conceptos fundamentales en nuestra vida. ¿Quién es el que nunca ha salido de fiesta ni ha liado alguna, es decir, el angelito? No hace falta que la pregunta se responda, pues en la mayoría de los casos la respuesta es clara: un rotundo sí.



Cada vez cuesta más encontrar un sitio de fiesta con buen ambiente y que esté cerca de casa pero, ¿no os preguntáis porqué? Hoy en día los jóvenes o no tan jóvenes con ganas de marcha y de tener un buen rato de fiesta junto con los amigos lo tienen más difícil que antes. Los locales cercanos desaparecen y sólo quedan salas de fiesta o discotecas llenas de gente en las que la mayoría de los casos no se libran de conflictos y peleas cada fin de semana. Estos hechos han sido, en mayor medida, los causantes del cierre de numerosos bares y pubs de pueblos y ciudades. Las denuncias de los vecinos por ruidos también juegan un gran papel en este caso.



Ahora los jóvenes nos vemos obligados a coger el metro o nuestros coches para salir a las noches y no es lo mismo. Después de una noche de mambo en la que se termina muy cansado no nos queda otra opción que coger el coche (lo que impide al conductor ingerir alcohol) o la tan odiada opción del metro (si te duermes mientras vuelves a casa llegas hasta la última parada). Siendo así, muchas veces no salimos por no haber cómo volver bien, sin que sea un suplicio, puesto que pagar un taxi es muy caro (aunque cómodo también).




Aparte de lo anterior, otro problema muy común son los piques y las peleas. Al tener apartados todos estos sitios la policía tarda demasiado en llegar, lo que hace que las peleas se produzcan y después puedan escapar sin problema alguno. No se si alguno se preguntará para qué están los porteros de las discotecas o los pubs, pero el que no lo sepa debe saber que la labor de estas personas es la seguridad dentro del recinto y no fuera, por lo que cuando hay peleas lo único que hacen es sacarlos fuera para que una vez allí sigan con su espectáculo. Incluso a veces son ellos los que propinan palizas haciendo abuso de su autoridad. Esta inseguridad es otra de las razones que a la hora de salir de fiesta hacen que te lo pienses mejor.




Salir de fiesta debería ser un placer sin dudarlo, pero llegados a este punto ya no se está tan seguro de salir, pues son muchos los inconvenientes que se le ven a la noche. Para bienestar de todos, vecinos y jóvenes, no estaría mal la construcción de alguna zona de fiesta como las de algunos pueblos como Baracaldo o ciudades como Bilbao, no tiene por qué ser en el mismo centro, pero aunque sea una área que no esté muy lejos y no se moleste mucho sería un gran paso para las juventudes, que ni siquiera tienen lugares donde pasar las tardes, con lo que por lo menos nos sentiríamos más satisfechos.