Hay quien piensa que el ser humano es el animal más inteligente del mundo pero en mi opinión, llevando la contraria a todos los que realizan la anterior afirmación, el ser humano es de todos los animales el más débil y manipulable.
Y es que los encargados de las tiendas contratan expertos en conseguir mediante diferentes tácticas, que los consumidores adquieran muchos mas productos de los que realmente necesitan.
La publicidad es una de las maneras con las que se consigue aumentar las ventas de un producto pero el consumidor, es consciente de ella ya que es visible en televisión, revistas… mientras que otras técnicas utilizadas con el mismo fin no son evidentes a primera vista.
Y esa cuestión es la que nos debería preocupar o al menos nos debería hacer reflexionar ya que a fin de cuentas manipulan nuestro cerebro sin ni siquiera darnos cuenta.
Aunque parezca que estas técnicas son prácticamente nuevas, lo cierto es que se utilizan desde hace bastantes años y las hay desde las más simples, como por ejemplo colocar los artículos a la altura de los ojos o abrillantar el suelo, hasta los más complejas y rebuscadas.
Es evidente que la vista es el sentido de mayor importancia dentro del mundo del marketing pero el olfato, aunque resulte sorprendente, también la tiene.
Empresas tan importantes como por ejemplo, Apple introducen un aroma dentro de los embalajes de sus productos que estimulan los sentidos del consumidor, haciendo que este se sienta aún más satisfecho de la compra realizada.
Pero eso no es todo ya que otro de los sentidos con gran importancia en este campo es el oído. Está comprobado que en las tiendas en las que se escucha música clásica el cliente se presta con mayor facilidad a consumir.
Otra de las tácticas más habituales para conseguir un mayor grado de consumismo, es la de colocar los artículos en palés. El consumidor al encontrar objetos introducidos en un palé inconscientemente piensa que son más baratos y por ello esos objetos son mucho más vendidos que los que están colocados en las estanterías.
Pero sin ninguna duda el método más impresionante es el de los carros de la compra de los supermercados ya que aunque sean elementos que se utilizan habitualmente, nunca reparamos en el gran secreto que esconden.
Las ruedas de estos carros están diseñadas para que sin ningún tipo de ayuda estos se giren hacia la derecha o la izquierda de modo que aun no queriéndolo, haya que mirar las estanterías y por tanto cabe la posibilidad de encontrar artículos del interés del consumidor.
Debido a todos los experimentos que se realizan, a medida que pasa el tiempo son cada vez más las tácticas que se descubren para manipular, en cierto modo, el cerebro humano.
Todas las técnicas anteriormente citadas, consiguen su objetivo sin hacer ningún daño a nadie, y es por eso por lo que estoy totalmente a favor de estas pero también soy consciente, de que deben ser usadas de una manera controlada.
Por ello personalmente, temo el hecho de que estos métodos dejen de usarse solo para aumentar las ventas y pasen a ser sistemas para manipular completamente a una persona, ya que las consecuencias podrían ser terribles.
