domingo, 20 de febrero de 2011

"Pague en 4 cómodos plazos con un interés del 6% TAE"


Parece la frase promocional que suelen utilizar diversas entidades bancarias para publicitarse, ¿verdad?. Pues no, no lo es. De hecho, es la frase que aparecerá dentro de poco en todas las salas de cine de nuestro territorio si la burbuja que encarece cada día un "poquito" más los precios en las taquillas sigue hinchandose. Así, y como indica el titulo, habrá que abrir una cuenta bancaria cada vez que se quiera ir al cine, y será requisito indispensable para poder pagar los abultados precios que eso conllevará en un futuro (no muy lejano). De ese modo, el cine se convertirá en pasatiempo para personas adineradas, que asistirán al cine, vestidos con sus mejores galas y haciendo alarde de su poderío económico, mientras, nosotros, los "curritos" (o menos adinerados) tendremos que conformarnos con ver los filmes por televisión, cuando sean emitidos, seis meses después, teniendo además, que tragar anuncios como idiotas a los que les han lavado el cerebro. Muchas voces han alzado el grito al cielo reivindicando la universalidad de la cultura cinematográfica y abogando por un cine accesible a todas las personas de nuestra clasista sociedad. Mientras tanto, las compañías y productoras de este mundillo siguen haciendo negocio y los cines, encareciendo cada vez más sus precios. La guerra está servida.

En un lado de la balanza, se encuentra la industria cinematográfica, tan poderosa y glamurosa, lugar donde todo el mundo adoraría trabajar y que tanto dinero mueve al año. Hollywood y compañía, defienden que la "cultura", hay que pagarla, que la vida cada día es mas cara y que el cine ha tenido que adecuarse a los tiempos que corren, tiempos de feroz capitalismo, que han obligado a los usuarios de las salas de cine a hurgar en lo mas hondo de sus bolsillos para poder disfrutar, solo por unas horas, escabullidos de la triste realidad, de sus películas preferidas. Creen que lo que hacen es justo, que son privilegiados, seres superiores, y que como tal les corresponden tales cantidades de dinero. Para ellos el cine no es más que puro negocio.

En el otro, se encuentran diversos colectivos y asociaciones, que defienden a capa y espada la universalidad del arte cinematográfico, que consideran, una muestra más de cultura, cultura que nos pertenece a todos como seres humanos, y que deberíamos compartir de una manera justa. ATENCIÓN: No defienden la gratuidad de la cultura, defienden la difusión equitativa y asequible de la misma. Así, manifiestan su disconformidad con los precios establecidos tanto en taquillas de cine, como en teatros, salas de concierto, exposiciones, etc...... defendiendo con ello una especie de "comunismo cultural".

Bajo mi punto de vista, el valor material que ha adquirido la cultura en estas ultimas décadas es enorme. Así, el afán de negocio de unos pocos, ha propiciado que la gente haya dejado de ir al cine, prefiriendo descargarse las películas desde Internet o adquirirlas en el "top manta" antes que pagar los abusivos precios de las entradas para verlas. En mi opinión, las compañías y salas de cine, al igual que teatros, museos, etc... deberían mirar más por el ciudadano de a pié, y rebajar de una vez por todas los precios de sus entradas, ya que solo así podrán llenar totalmente sus salas de cine. Puede que un buen día, los cines queden deshabitados, y nos preguntemos que es lo que hicimos (hicieron) mal en el pasado. Todavía estamos (están) a tiempo de solucionar el problema.


ROCKEFELLER