domingo, 19 de diciembre de 2010

LA INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES EN LOS ADOLESCENTES

Es prácticamente nulo el número de adolescentes que hoy en día no tiene un perfil virtual en una red social, ya sea Facebook, My Space, Tuenti, Twitter… La sociedad casi obliga a todos los jóvenes a tener una cuenta abierta en dichas páginas. Hace no muchos años las redes sociales consistían en tocar el timbre a un amigo, encontrarte con él cara a cara y pasar un rato juntos. Esto cambió mucho con la aparición del teléfono, que facilitó la comunicación entre unos y otros, pero el gran vuelco en la manera de socializarse ha surgido a raíz de la creación de las redes sociales en Internet. La influencia de éstas en los adolescentes es tema de grandes debates, sobre si son buenas o malas, pero desde un punto de vista objetivo, las redes sociales tienen tanto partes beneficiosas como perjudiciales.
Comenzaré con aquellos aspectos que convierten las redes sociales en una buena influencia para los jóvenes. En primer lugar, permite mantener un contacto permanente con el círculo íntimo (familiares y amigos más cercanos), sobre todo si se encuentran lejos. El contacto entre unos y otros es muchísimos mas barato mediante Internet que haciendo uso del teléfono móvil, aunque esto a la vez sea trágicamente perjudicial para las compañías telefónicas.

Además, pueden ser nuestras mejores aliadas en la educación: Creando grupos de discusión privados o abiertos, paginas de Facebook enfocadas en mantener informados a sus usuarios, crear foros, compartir fotos, discutir opiniones y fortalecer las relaciones profesor y alumno. También permite conocer puntos de vista alternativos a los de uno mismo.

Sin embargo, pueden también influenciar de mala manera a los adolescentes. Para empezar, debido a la adicción que crean, les aleja del mundo exterior, lo que significa una falta de compromiso por otras acciones, entre ellas, los estudios, lo que significa un menor rendimiento escolar; yo misma me veo atrapada a menudo en las "redes" de las redes sociales, como su nombre bien indica; quizás la palabra redes nos de una pista de la adicción que éstas crean). Se crea dentro de uno mismo una ansiedad que empuja a revisar continuamente las novedades que se dan a cada momento en el perfil virtual.

Del mismo modo, disminuye la privacidad de cada individuo, ya que las fotos colgadas y los comentarios publicados dan pie a que todos tus amigos (y muchas veces son solamente conocidos) sigan cada uno de tus movimientos diarios.

Por otro lado, el tipo de relación que se suele establecer a través de Internet es muchas veces falso (de aquí viene la frase “eres más falso que un amigo de Facebook”) ya que no se establece un contacto personal con las personas de nuestra lista de amigos . La gente tiende a dirigirse a su amigos de una forma amabilísima y super divertida, más de lo que es en realidad, para que los demás vean que buena relación tienen con su círculo de amigos.

Finalmente, el acomodarse a escribir en un registro coloquial que incluye abreviaturas y faltas de ortografía, tiene una influencia negativa a la hora de escribir en un registro formal y adecuado.

Claro está que las redes sociales crecen y cambian cada instante, y esto no va a parar, ya que no tienen ninguna frontera que se lo impida. Por ello, debemos acostumbrarnos a convivir con este nuevo mundo y saber aprovechar sus aspectos positivos al máximo e intentar que nos perjudiquen lo menos posible. Y es que hay que acostumbrarse a los cambios, pues si no nunca avanzaremos.