domingo, 20 de marzo de 2011
La energía nuclear a debate
La catástrofe ocurrida en Japón en las últimas semanas ha reabierto el debate sobre los peligros de la energía nuclear. Según las noticias que nos llegan desde allí, el país nipón se asoma al abismo de una catástrofe nacional tras las sucesivas explosiones y los incendios en la central de Fukushima. Esta situación ha provocado que Alemania y EEUU se estén replanteando la seguridad de sus instalaciones nucleares y que en España, el presidente del gobierno también haya hablado de mantener la calma y la tranquilidad, sobre todo para acallar a los ecologistas.
Los que se posicionan a favor de este tipo de fuente de energía dicen que es más barata y que es segura. Los que opinan en contra hablan de daños ecológicos durante la explotación de la central y de graves peligros para la población en caso de accidente. A la vista de lo que está ocurriendo en Japón parece que los detractores tienen razón.
La energía nuclear es un proceso físico-químico en el que se libera gran cantidad de energía. Actualmente se consumen más combustibles como el carbón y el petróleo de los que se producen, de modo que en un futuro no muy lejano se agotarían estos recursos. Al ser una alternativa a los combustibles fósiles, evitaríamos el problema del calentamiento global, el cual tiene una influencia más que importante en el cambio climático del planeta. Mejoraría la calidad del aire que respiramos con lo que ello implicaría en el descenso de enfermedades y en la mejora de la calidad de vida.
Por el contrario, uno de los principales inconvenientes es la generación de residuos nucleares y la dificultad para gestionarlos ya que tardan muchísimos años en perder su radiactividad y peligrosidad. Además, la vida útil de una planta es de 40 años y el mantenimiento y puesta en marcha de la misma necesita el consumo de gran cantidad de combustible.
Aunque los sistemas de seguridad son muy avanzados, las reacciones nucleares por fisión generan unas reacciones en cadena que si los sistemas de control fallasen provocarían una explosión radiactiva.
Los residuos nucleares son, junto a los accidentes nucleares, uno de los principales inconvenientes de la energía nuclear. Los residuos nucleares no se pueden destruir ni reciclar y aunque existen métodos de almacenamiento seguros, no ofrecen las suficientes garantías para los que están en contra de la energía nuclear.
A la vista de lo que está ocurriendo en Japón más nos valdría “poner las barbas a remojar” y replantearnos que hacer con las centrales nucleares activas en España.
Los accidentes ocurridos hasta la fecha, bien por fallos técnicos, humanos o, como ahora, por la acción de las fuerzas incontrolables de la Naturaleza, nos recuerdan que las medidas de seguridad de estos centros de producción de energía son más que cuestionables.
Es el momento de apostar por las energías renovables y de recordar a la población la necesidad de incorporar hábitos saludables en la vida cotidiana que no supongan tanto consumo energético. Tal vez así dejen de vendernos la idea de que la energía nuclear es imprescindible.