Las lonjas son lugares frecuentemente utilizados por los jóvenes, los cuales las utilizan con fines sociales, reunirse, montar fiestas, entre otros.
Para muchas personas las lonjas supone un problema debido al ruido o a la suciedad que albergan a sus alrededores (que puede llegar a ser entendible), por ellos muchos no dudan en denunciarlo o acudir al los ayuntamientos a poner una queja.
¿Son necesarias las lonjas?
Las quejas y denuncias de vecinos no dejan de incrementarse, y la respuesta del ayuntamiento suele ser precintar los locales o exigir unas modificaciones de uso a los arrendados para disminuir las molestias por ruido, principalmente.
Estas modificaciones suponen una gran inversión económica para los jóvenes y en la mayoría de los casos es impensable hacer frente a dichos gastos, por lo cual los jóvenes se ven obligados a dejar estos locales.
Esta claro que los jóvenes necesitan lugares de ocio, y esto es un manera ideal ya que tienen su propio espacio. Es mas el hecho de tener una lonja exige un tipo de responsabilidad, ya que se tiene que tener en cuenta que es un lugar compartido, y para llevar acabo el funcionamiento global de la lonja es necesario un mínimo de responsabilidad por parte de todos sus componentes.
Las lonjas no son indispensables, pero facilitan las relaciones sociales de los jóvenes, por ello los ayuntamientos no deberían poner tantos obstáculos para conseguir o mantener una de estas lonjas.