Muchas son las excentricidades que cometen los “personajes” políticos que nos rodean y que reclaman nuestros votos como auténticos vampiros chupa-sangres, sobre todo por estas fechas tan señaladas de elecciones municipales. A disponer de sueldos millonarios, automóviles de lujo, largas temporadas de vacaciones, etc... Se le suma ahora la disponibilidad, más bien, obligación, de volar en primera clase cada vez que realicen viajes. En este caso, los beneficiarios solo serán los eurodiputados que nos representan en Bruselas, y que aprobaron , por mayoría, una ley, debatida en dicho parlamento, que les otorgaba el derecho de realizar viajes en avión siempre en primera clase , donde las distancias entre asientos son mas amplias y el servicio es “ligeramente” mejor. Además, acordaron también no congelar los complementos a sus salarios, como pueden ser las dietas. Curiosamente, solo cuatro eurodiputados, todos ellos españoles, votaron en contra. La polémica, como era de esperar, está servida;
Por un lado, se encuentran los fatigados eurodiputados que defienden nuestros derechos y libertades en las cortes europeas que defienden su derecho a viajar cómodamente y sin ningún tipo de molestia a lo largo y ancho del continente, ya que su trabajo así lo requiere. Alegan , en su defensa, que los altos cargos son personajes públicos con grandes responsabilidades y por lo tanto grandes preocupaciones, preocupaciones, que irían en aumento si tuvieran que compartir asiento con un sudoroso y obeso caballero o un bebé llorón.
Por otro, encontramos a las miles y miles de personas que se han mostrado disconformes con la decisión tomada por dichos diputados, y que defienden la igualdad de todos los seres humanos, ya sean políticos o albañiles y abogan por la reducción de costes y lujos en los viajes de los altos cargos, que ya de por sí suelen ser bastante costosos( véase; seguridad privada, transporte privado, catering...). Así, no comprenden la necesidad de viajar en primera clase que tienen sus "señorías" y les exigen inmediatamente que rectifiquen su postura.
Bajo mi punto de vista, los eurodiputados, deberían, como representantes de la sociedad que son, ajustarse el cinturón, como muchos ciudadanos han hecho desde que comenzó la devastadora crisis económica. Así, deberían obrar correctamente y rebajar sus condiciones de vida a unas menos "celestiales", para contribuir al ahorro económico y al bienestar de sus conciudadanos, que no se pueden permitir el "lujo" de viajar ni siquiera en avión. Solo cabe añadir la frase que acuñó el famoso portero de la exitosa serie "Aquí no hay quién viva"; "Un poquito de porfavor, señores, que la cosa está muy mala".
ROCKEFELLER
Por un lado, se encuentran los fatigados eurodiputados que defienden nuestros derechos y libertades en las cortes europeas que defienden su derecho a viajar cómodamente y sin ningún tipo de molestia a lo largo y ancho del continente, ya que su trabajo así lo requiere. Alegan , en su defensa, que los altos cargos son personajes públicos con grandes responsabilidades y por lo tanto grandes preocupaciones, preocupaciones, que irían en aumento si tuvieran que compartir asiento con un sudoroso y obeso caballero o un bebé llorón.
Por otro, encontramos a las miles y miles de personas que se han mostrado disconformes con la decisión tomada por dichos diputados, y que defienden la igualdad de todos los seres humanos, ya sean políticos o albañiles y abogan por la reducción de costes y lujos en los viajes de los altos cargos, que ya de por sí suelen ser bastante costosos( véase; seguridad privada, transporte privado, catering...). Así, no comprenden la necesidad de viajar en primera clase que tienen sus "señorías" y les exigen inmediatamente que rectifiquen su postura.
Bajo mi punto de vista, los eurodiputados, deberían, como representantes de la sociedad que son, ajustarse el cinturón, como muchos ciudadanos han hecho desde que comenzó la devastadora crisis económica. Así, deberían obrar correctamente y rebajar sus condiciones de vida a unas menos "celestiales", para contribuir al ahorro económico y al bienestar de sus conciudadanos, que no se pueden permitir el "lujo" de viajar ni siquiera en avión. Solo cabe añadir la frase que acuñó el famoso portero de la exitosa serie "Aquí no hay quién viva"; "Un poquito de porfavor, señores, que la cosa está muy mala".
ROCKEFELLER