El cambio climático de nuestro planeta, es un tema preocupante para todos los que habitamos en él. Desde la revolución industrial, la situación de nuestra atmosfera se ha descontrolado por la inmensa cantidad de dióxido de carbono que emiten todas las fábricas. Mantienen los científicos que la concentración de CO2 en la atmósfera es la más alta de los últimos 650.000 años, y un 35 por ciento más alta que antes de la revolución industrial. Estos datos nos indican el porqué del llamado efecto invernadero. Llevan ya tiempo advirtiéndonos de la situación, pero hasta la última década, no le hemos prestado atención al tema. La gravedad del asunto es mucho mayor de lo que la gente sigue creyendo, y es que si no hacemos algo pronto la Tierra se va a ir a pique.
Muchos estudios científicos se han hecho investigando dicho efecto que demuestran que la Tierra se ha calentado un grado durante los últimos cien años, más o menos desde el comienzo de la era industrial. Y, a pesar de que esto no parezca un problema muy grande, la verdad es que si lo es, ya que el calentamiento global no solo implica un aumento de la temperatura, sino también un cambio en el modo de actuar de vientos, de las precipitaciones, de la cantidad de sal de los océanos, de las capas de hielo o de los fenómenos climáticos extremo (cambio de un calor insoportable a un frío intenso). Todos estos fenómenos naturales que hasta ahora no afectaban demasiado en nuestra vida, se están volviendo más peligrosos de lo normal.
Los distintos países están reaccionando como pueden ante esta situación, llevando a cabo proyectos y estableciendo acuerdos globales con otros países. Pero los problemas entre ellos y los problemas internos de cada país, impide que el proyecto marche bien. Por ejemplo, en Estados Unidos, el Senado conservador ha parado el proyecto de ley sobre energía y cambio climático, y debido a esto, también se ha paralizado los proyectos de grandes potencias como China y Rusia, que tenían un acuerdo con EE.UU.
Por otro lado están los que dicen que todo esto es un engaño. Que es una invención del gobierno para acabar con la energía nuclear y la consumición del petróleo. Y es que no se fían de lo que un grupo de científicos digan, son incapazes de ver más allá de lo que puedan ver. Por lo tanto, ellos también supondrían un obstáculo a la hora de intentar resolver el problema.
En definitiva, no todo el mundo esta a favor de tomar medidas contra el calentamiento global, y será una lucha muy disputada entre las distintas opiniones. Además, tomar medidas supondría un cambio en el sistema político y social de los países, y no es algo que pueda ser cambiado de un día para otro. Pero mejor será que se tomen medidas efectivas antes de que sea demasiado tarde y que no lleguemos a un punto donde la cosa no tenga remedio.