sábado, 20 de noviembre de 2010

El lenguaje de los juguetes

  
  Cuando éramos pequeños, lo que más nos ilusionaba de la navidad eran los regalos. Por eso nos poníamos a investigar y a rebuscar en los catálogos nuestro juguete ideal. La mayoría de las veces no nos conformábamos con uno sino que decidíamos que merecíamos el catálogo entero por lo bien que nos habíamos portado ese año. Hoy en día, tengo que admitir que sigue siendo divertido ojear estas revistas, pues siempre aparecen cosas nuevas y nunca sabes lo que te vas a encontrar. Pero hay una cosa que siempre convierte una divertida situación en algo realmente horrible, y no es otra que los juguetes sexistas.

  Está visto que en esta sociedad no es suficiente que desde pequeños se nos vista de un color u otro. Sino que ya desde niños se incita a las chicas a planchar, limpiar la casa y a cuidar de los niños. Mientras que a los chicos se les da la oportunidad de explorar mundos salvajes y pilotar coches. ¿Es de verdad necesaria tanta educación subliminal?

  Está claro que muchas compañías dirán que los juguetes que fabrican están hechos por su demanda, ya que es cierto que los hijos suelen imitar lo que sus padres hacen. Por lo que se puede entender que una niña quiera tener una cocinita como su madre. Pero hay que tener claro que límites no pueden pasarse.

  Un ejemplo de que se está llegando a unos límites insospechados, es el último juguete de una compañía muy conocida. Este estaba formado por un muñeco de un bebé y traía consigo una tetina, explicando cómo ponérselo para poder dar de mamar a su "hijo". ¿Es necesario llegar a este punto?¿No es suficiente que la mujer tenga que matarse a cuidar de la casa, sino que ya desde niñas tienen que aprender también como cuidar de un hijo?

  La sociedad está educando a los niños de forma que crezcan con unos estereotipos idealizados. Está creando niños mayores que no desean otra cosa que crecer para poder ser adultos y hacer de verdad todo para lo que han estado entrenando desde pequeños. No les dejamos ser niños ni disfrutar de ello.

  Estos juguetes deberían tener ciertos límites o al menos no deberían ser clasificados según el sexo, así los niños podrían elegir su juguete favorito sin estar influenciados e intentar ser dueños de su futuro. Por que  hasta que un chico no pueda pasearse con una sillita de muñecas en lugar de con un coche, o una niña jugar con un coche de carreras en vez de con una muñeca, no lograremos nada. Estamos luchando por la igualdad en la mayoría de los ámbitos de la vida, pero estamos descuidando el más importante. Porque si desde pequeños vamos clasificando a los niños y niñas en unas tareas u obligaciones no importará todo el trabajo que hagamos cuando sean mayores, por que ya no habrá solución.


Kegam