Todos en la vida trabajamos, unos en unas cosas y otros en otras, cada uno en diferentes sitios, y en diferentes idiomas pero, al final y al cabo todos trabajamos. Encontramos diferentes formas de trabajar, pero la diferencia más destacable es el trabajo fuera de casa y el trabajo en casa. Podemos trabajar en casa gracias a muchas nuevas tecnologías o por motivos laborales, pero el trabajo de casa, el trabajo doméstico, es muy diferente.
El trabajo doméstico históricamente a sido asignado a las mujeres, y hoy en día se sigue manteniendo (aunque ha habido algún cambio). Siempre ha sido un trabajo infravalorado, sin tenerle ninguna consideración ni prestarle la mínima atención. Es injusto que por el mero hecho de ser mujer se te asigne un trabajo que no tendría que pertenecerte sólo a ti, si no a todo aquel que viva en esa casa. Además, el trabajo dentro de casa nos aísla personalmente y socialmente. Trabajar fuera de casa nos construye como personas haciéndonos más humildes, más sociables, etc. Sólo con salir de casa para trabajar nos relaciona con las personas y amplía nuestro ámbito social. Si conseguimos trabajar en algo que nos gusta, no tendremos que trabajar en algo que la sociedad nos ha impuesto, y así, podremos disfrutar del trabajo que ejecutamos.
Por otro lado debemos añadir la importancia que tiene el dinero en nuestras vidas y con ello los salarios laborales. El trabajo de casa no esta pagado y por esto trabajar fuera de casa nos ayuda económicamente y hace que seamos más independientes. Con esto podemos relacionar la autonomía que la mujer puede conseguir trabajando fuera de casa y alejándose del ámbito doméstico impuesto socialmente.
Hoy en día este tema se ha mejorado, ya que la mujer está incluida en el mercado laboral, cosa que décadas atrás era impensable. Pero no podemos olvidar las injusticias que sigue habiendo a la hora de trabajar (solo por ser mujer). Tampoco podemos olvidar la importancia del trabajo doméstico, ya que es un trabajo necesario, y por eso debemos conseguir igualdad y justicia en esto, repartiendo el trabajo y no asignándolo por lo que la sociedad haya marcado.