jueves, 20 de enero de 2011

PUNTOS POR MATAR




Mi hermano y yo siempre tenemos la misma discusión, me parece horrible cómo puede jugara esos videojuegos tan agresivos y sangrientos, en los que él es un guerrillero que tiene que matar a militares del otro bando, ganando así puntos enel juego. Parece ser que no sólo mi hermano juega a estos juegos tan violentos, sino que lo hace una gran cantidad de gente, y no sé por qué motivo, la mayoría son varones, ¿no se sienten horribles al jugar a este tipo de juegos?

Mi padre me enseñó el otro día un video de la guerra de Iraq filtrado por wikileaks que estaba grabado desde un helicóptero americano. Se oía la conversación de dos militares, que mientras asesinaban a gente, se reían. ¿Podría algo ser más cruel que esto? Parece que a muchos militares les entrenan con estos videojuegos. También he visto cómo en una película les ponen a los militares unos auriculares con música para intentar que el asesinato no les afecte tanto.

Los videojuegos son una nueva creación de la tecnología del siglo XXI, y por ello, deberían promocionar todo aquello que sea contrario a los errores que se han cometido hasta ahora en la historia, como por ejemplo, las guerras. Al igual que no podemos matar a alguien por el mero hecho de así desearlo, tampoco podemos permitir que se vendan objetos que te hacen meterte en la piel de un asesino. Algunos tienen marcado una edad mínima para comprarlo, y es verdad que estos juegos pueden influenciar peor a los más que a los más adultos (siempre en general), pero al final, para todos tiene un efecto negativo.

Según un estudio publicado en Estados Unidos, los videojuegos violentos estimulan en los adolescentes la actividad de regiones del cerebro ligadas a las emociones y reducen las respuestas de las zonas que se encargan del razonamiento y el autocontrol. Aunque el estudio se centra en el cerebro de los adolescentes, los resultados no serán muy distintos en los adultos, y por lo tanto pienso que estos juegos afectan negativamente a todas las edades.

Zona de la actividad agresiva en el cerebro

Cueste lo que cueste, estos juegos deberían ser censurados, y su publicidad prohibida.