La Real Academia Española fue fundada en 1713 por un señor llamado Juan Manuel, con el propósito de “fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza”. Desde entonces la RAE ha actuado bajo el lema de “limpia, fija y da esplendor”, siendo la única responsable de las reglas normativas de la lengua castellana.
Ya llevan casi veinticinco ediciones en las que a lo largo de décadas muchas veces se les ha tachado de retrógrados o anticuados, por lo que hace dos meses decidieron subirse al tren de la sociedad. En ésta última decidieron incluir, como ya es habitual miles de nuevos vocablos. Sin embargo, me parece que se les ha ido un poquito de las manos esa tendencia innovadora.
Esto se debe a la inclusión de términos como cultureta (persona pretendidamente culta, dicho despectivamente), rojillo (De tendencias políticas más bien izquierdistas), muslamen (Muslos de una persona, especialmente los de mujer), berraquera (excitación sexual). Es decir, que a partir de ahora los alumnos podrán escribir “me enamoré de una cultureta que cuando tocaba su muslamen sentía una berraquera impresionante”, y al profesor no le quedara mas que tragarse tal grosería.
Además de las inclusiones de palabras, han decidido realizar diversos cambios en la ortografía, de las que destacan que la ch y la ll ya no se consideran letras, que la y griega ahora se llama ye o que solo y guion ya no llevan tilde.
Los muy inteligentes creen que es más fácil diferenciarlos por el contexto. Lo que no me cabe en la cabeza es cómo siendo su único trabajo el de “cuidar” la lengua castellana realizan tales desastres con el idioma. No creo que don Juan Manuel se sintiese muy orgulloso viendo los cambios y la degeneración que está adoptando la lengua castellana, que limpiar y fijar no se, pero dar esplendor desde luego que no lo hace.
Estos últimos cambios me llevan a sentirme obligado a preguntar que entienden sus señoríos en la siguiente frase: tuve sexo solo una hora. Porque hace unos meses, escrito así, significaría que me he autocomplacido en mi soledad; ahora también puede significar que sólo lo tuve durante una hora. Créanme, existe una pequeña gran diferencia. Creo que ha quejado en evidencia que no es tan fácil comprender el significado por el contexto.
Espero que ellos mismos se den cuenta de las atrocidades lingüísticas que están cometiendo y que rectifiquen ante sus errores. Ya saben, cometer errores es de humanos, rectificar de sabios. Por ahora solo sabemos algo, que son humanos.
DEVIN